lunes, 18 de abril de 2016

La Guerra Fría: Videos de propaganda Soviética y Americana

Propaganda Comunista:

-Video subtitulado en español de propaganda Comunista.









-Propaganda Soviética de la carrera espacial.


-Propaganda Comunista de la Unión Soviética.



                

La Guerra Fría: La guerra de Corea

La guerra de Corea:

El triunfo de la revolución comunista en China el 1 de octubre de 1949 alteró completamente el equilibrio geoestratégico de Asia Oriental. Stalin, que venía de sufrir serios reveses en Europa (como el fracaso del bloqueo de Berlín o el cisma yugoslavo), quiso recuperar terreno en Asia y dio su aprobación a un ataque norcoreano a Corea del Sur. Así, el 25 de junio de 1950, las tropas de Kim Il-sung atravesaron el paralelo 38º y avanzaron hacia el sur, arrasando prácticamente a las fuerzas surcoreanas, que apenas pudieron replegarse en torno a Pusan.
La reacción de los estadounidenses, para la sorpresa de Stalin, fue inmediata. Washington pidió la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU y consiguió un mandato para ponerse al frente de un ejército que respondiera a la agresión norcoreana. La ausencia del delegado soviético, que había rechazado asistir a las reuniones del Consejo como protesta por la negativa estadounidense de aceptar a la China Popular en él, propició esta resolución.
Las tropas multinacionales de la ONU, en la práctica el ejército norteamericano al mando del general MacArthur, recuperaron rápidamente el terreno perdido y el 19 de octubre tomaron Pyongyang, la capital de Corea del Norte.
Tres días antes, el 16 de octubre, tropas chinas con masivo apoyo militar soviético penetraron en Corea haciendo retroceder al ejército estadounidense. El 4 de enero de 1951, las tropas comunistas retomaron Seúl.
En ese momento, MacArthur propuso el bombardeo atómico del norte de China. Tanto el presidente Truman como la mayoría del Congreso reaccionaron alarmados ante una reacción que podía llevar al enfrentamiento nuclear con la URSS. En un enfrentamiento cada vez más abierto, Truman destituyó a MacArthur entre las protestas de la derecha republicano y lo sustituyó por el general Ridgway.
La Unión Soviética por su parte manifestó su intención de no intervenir en el conflicto y su deseo de que coexistieran dos sistemas diferentes en la península. El "empate militar" llevó a la apertura de negociaciones que concluirían en julio de 1953, poco después de la muerte de Stalin, con la firma del Armisticio en Panmunjong. En él se acordó una nueva línea de demarcación que serpentea en torno al paralelo 38º, que se sigue manteniendo.La Guerra de Corea 1950 - 1953
En cuanto al coste de vidas, fue muy alto; se estima que Corea del Sur y sus aliados tuvieron cerca de 778 000 muertos, heridos y mutilados, mientras que el bando de Corea del Norte tuvo entre 1 187 000 y 1 545 000; además 2,5 millones de civiles muertos y heridos, 5 millones quedaron sin hogar y quedaron más de 2 millones de refugiados. Esto la hace una de las guerras más sangrientas desde la Segunda Guerra Mundial. Unos 54 000 estadounidenses y 500 000 chinos murieron en la guerra.
 
Comienzo de la guerra
Según la historiografía comunista, Corea del Sur efectuó un primer ataque. La versión más aceptada dice que el 25 de junio de 1950 las fuerzas de Corea del Norte se movilizaron hacia el sur en masa (100 000 hombres). Usando el equipamiento soviético y con enormes reservas, su ataque sorpresa fue un éxito aplastante. En pocos días las fuerzas militares de Corea del Sur ya estaban en total retirada y, junto al pequeño número de estadounidenses en Corea, estaban transitando dentro de una pequeña área alrededor de la ciudad de Pusan. Con la ayuda de las provisiones estadounidenses y la ayuda aérea, las fuerzas ROK manejaron y estabilizaron esta frontera. Esto inició una acción desesperada de aferramiento llamada el Perímetro Pusan. Aunque llegó más ayuda de la ONU la situación era peligrosa, y parecía que el Norte podría ganar el control de la península entera.

Un par de M40 dando apoyo de fuego a la 25ª división de infantería del ejército de Estados Unidos, en Munema, el 26 de noviembre de 1951.

Reacción occidental
La invasión de Corea del Norte tomó por sorpresa a Estados Unidos y a las otras potencias occidentales; Dean Acheson, del Departamento de Estado, había manifestado al Congreso el 20 de junio que la guerra no era probable. Sin embargo, un informe de la CIA a principios de marzo había previsto una invasión en junio.
En audiencia pública por la invasión, Harry S. Truman estuvo de acuerdo con sus consejeros en usar la fuerza aérea estadounidense, unilateralmente, contra las fuerzas de Corea del Norte. También ordenó a la Séptima Flota proteger a Taiwán. Los Estados Unidos también mantenían fuerzas sustanciales en Japón, lo cual permitió margen para una intervención rápida. Las acciones estaban puestas bajo el mando del general Douglas MacArthur quien estaba a cargo de las fuerzas estadounidenses en el Pacífico. Las demás potencias occidentales mostraron inmediatamente su acuerdo con las acciones estadounidenses y ofrecieron su ayuda en el conflicto.


jueves, 14 de abril de 2016

La Guerra Fría: la fundación de la OTAN

La Guerra Fría: la fundación de la OTAN

En 1949, en plena posguerra de la Segunda Guerra Mundial, en Occidente se veía con preocupación la política expansionista que estaba siguiendo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Era evidente que la ONU no podría ser capaz por sí sola de mantener la estabilidad en el mundo, ya que los intereses de Estados Unidos conllevaron numerosos vetos soviéticos. La aparición de gobiernos comunistas en Europa Central y Oriental por influencia soviética aumentaban la presión en Europa Occidental. Entre 1947 y 1949, una serie de sucesos, más dramáticos por el hecho de la reciente marcha de las tropas estadounidenses y canadienses que aún se encontraban en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, marcaron el punto más alto en la tensión que se estaba experimentando. Estos sucesos fueron amenazas a la soberanía de Noruega, Grecia, Turquía y Checoslovaquia, entre otros, donde el golpe de Praga fue interpretado como un ataque directo a los intereses europeos. Además, el Bloqueo de Berlín, que empezó en abril de 1948, empeoró la situación para los países antes mencionados.
 
La necesidad de una asociación de países cada vez era más manifiesta, de forma que en marzo de 1948, Francia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte firmaron el Tratado de Bruselas, con el que creaban una alianza militar, la Alianza Atlántica.
Ante la creciente expansión socialista, se decidió ampliar la Alianza, por lo que se llevaron a cabo negociaciones entre Estados Unidos, Canadá y la Alianza Atlántica, a las que se decidió invitar a Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega y Portugal. Las negociaciones giraron en torno a la creación de una alianza militar que tuviese una base en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, y tuvieron como resultado la firma del Tratado de Washington, el 4 de abril de 1949, por la que se establecían las bases de la creación la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Una de las dificultades surgidas durante las negociaciones estuvieron relacionadas con la integración de Estados Unidos en la Organización. Los países europeos, devastados después de la guerra, estaban interesados en aliarse con Estados Unidos para así asegurarse una defensa eficaz, pero en Estados Unidos no se compartía esta voluntad. Sin embargo, el golpe de Praga, el 12 de marzo de 1948 y el bloqueo de Berlín en 1949 aumentaron la reivindicación por parte de los europeos, especialmente de Francia, de la creación de una alianza militar con Estados Unidos: en secreto, en el Reino Unido se firmó un acuerdo, llamado Pentagon Paper, con el que se establecía un esbozo de como debía ser una alianza en el Atlántico Norte.
El último elemento a tener en cuenta en el proceso de integración de Estados Unidos pasó por la necesidad de sortear la dificultad que suponía la prohibición por parte de la Constitución de los Estados Unidos de aliarse militarmente en tiempos de paz. El senador Vandenberg promovió la votación de la Resolución 239, que el 11 de junio de 1948 dio luz verde a la unión de Estados Unidos a la Alianza. Bajo petición del Senado de Estados Unidos, se hizo constar en el tratado de constitución de la alianza (artículo 5) que las medidas a tomar en caso de agresión a algún país miembro fuesen resultado de la libre elección de cada país. El Senado quería mantener así el poder de elección del Congreso en materia militar.
Después de la constitución de la OTAN, nuevos países se fueron adhiriendo a ella. En 1952 se unieron los dos primeros, Reino de Grecia y Turquía. La República Federal de Alemania accedió en 1955 y, en 1982, España también firmó el Tratado. La República Checa, Hungría y Polonia se convirtieron en miembros en 1999. En 2004 accedieron Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía, Croacia y Albania en 2009 y, en febrero 2015, se invitó a Montenegro a su entrada.

Teóricamente destinado a ser una garantía de seguridad de los estados de Europa Occidental ante la Unión Soviética y sus aliados. El Pacto de Varsovia se creó más tarde, en 1955, para contrarrestar a la OTAN tras la admisión y el posible rearme de la República Federal de Alemania. Como le era propio a la coyuntura de la guerra fría las fuerzas de la OTAN actuaron sólo como fuerza disuasoria.

En 1954, la Unión Soviética propuso su unión a la OTAN, con el objetivo de mantener la paz en Europa,6 pero los países aliados rechazaron la propuesta. Esto, junto con la incorporación de Alemania Occidental a la Organización el 9 de mayo de 1955, que fue descrita como «un momento decisorio en la historia de nuestro continente» por el Ministro de Asuntos Exteriores de Noruega del momento, Halvard Lange,7 tuvo como consecuencia inmediata la creación del Pacto de Varsovia, firmado el 14 de mayo de 1955 por la Unión Soviética y sus aliados. Este pacto se considera la respuesta formal a la OTAN, poniendo de manifiesto los dos bandos opuestos de la Guerra Fría.
La unidad de la OTAN ha sido puesta en evidencia ya desde sus principios. En 1958, De Gaulle protestó por el papel hegemónico que tenían los Estados Unidos en la Organización, y por lo que, a entendimiento del presidente, era una relación especial entre Estados Unidos y el Reino Unido. En un memorándum enviado al presidente Eisenhower y al primer ministro Macmillan el 17 de septiembre de 1958, argumentaba a favor de la creación de una dirección tripartida, que pusiese a Francia en igualdad de condiciones que Estados Unidos y el Reino Unido, abogando también por la expansión de la OTAN en las áreas geográficas de interés para Francia, como Argelia, donde Francia intentaba eliminar las fuerzas insurgentes y necesitaba la ayuda de la OTAN.
De Gaulle consideró las respuestas dadas como insatisfactorias, así que decidió construir una defensa independiente para su país. El 11 de marzo de 1959, Francia retiró su flota en el Mediterráneo del comando de la OTAN; tres meses después, en junio de 1959, De Gaulle prohibió la entrada de armas nucleares extranjeras en territorio francés. Esto provocó que Estados Unidos transfiriera 200 aviones a Francia y devolviera el control, entre 1950 y 1967, de las diez mayores bases aéreas que habían operado en Francia. La última base devuelta fue la de Toul-Rosières, base de la 26ª Ala de Reconocimiento, que fue trasladada a la base aérea de Ramstein, en Alemania Occidental.
Mientras tanto, Francia había iniciado independientemente su propio programa nuclear, llamado Force de frappe. Francia probó su primer arma nuclear, Gerboise Bleue, el 13 de febrero de 1960 en la Argelia francesa.
Aunque Francia mostró solidaridad respecto al resto de la OTAN durante la Crisis de los misiles de Cuba en 1962, De Gaulle continuó con su propósito de constituir una defensa independiente retirando del comando la flota francesa del Atlántico y del canal de la Mancha. En 1966, las fuerzas armadas francesas fueron retiradas del comando integrado de la OTAN, y se ordenó que todas las tropas no francesas abandonasen el territorio galo. Todo ello también provocó que el 16 de octubre de 1967 se trasladase el Cuartel Supremo de la Alianza en Europa (SHAPE) de París a Casteau, al norte de Mons, en Bélgica. Francia continuó siendo miembro de la alianza, y ayudó en la defensa de Europa de un posible ataque soviético con sus tropas estacionadas en Alemania Occidental. Francia volvió a unirse al Comité Militar en 1995 y el presidente Nicolas Sarkozy reintegró a Francia en el comando integrado en coincidencia con la cumbre del 60º aniversario de la Alianza del 3 y 4 de abril del 2008, que se celebró entre Estrasburgo y Kelh, en la frontera franco-alemana.
Desintegración de la Unión Soviética
Tras la desintegración de la Unión Soviética, la OTAN ha reformulado sus objetivos y actividades hasta apropiarse de la seguridad de todo el hemisferio norte. En este marco, se desarrolló la única operación de ataque por parte de la OTAN en toda su historia, a excepción de la incursión en 1995 en la República de Bosnia y Herzegovina contra las fuerzas serbias en lo que se conoció como la Operación Fuerza Deliberada, el ataque contra Yugoslavia en 1999. Inicialmente, el ataque estaba destinado a parar la limpieza étnica en Kosovo, donde se realizó una gran cantidad de crímenes 
contra la población civil.









La Guerra Fría: la crisis de los misiles de Cuba

La Guerra Fría: la crisis de los misiles de Cuba
 
-Desde 1959, la Revolución Cubana impulsó varias medidas de carácter popular algunas de las cuales, como la Ley de Reforma Agraria, afectaron intereses estadounidenses en la isla. Como respuesta, la administración de Eisenhower inició una agenda política dirigida a derrocar el régimen popular recién instaurado. Ésta comprendía el bloqueo económico, propaganda contrarrevolucionaria, fomento y apoyo de grupos armados dentro de Cuba contrarios a Fidel Castro, sabotajes a instalaciones económicas y civiles, filtración de espías; ataques piratas, quemas de campos de caña de azúcar, intentos de asesinato a sus principales líderes; violaciones del espacio aéreo y naval por aviones y navíos de guerra estadounidenses. Y, finalmente, poner en marcha un plan para invadir militarmente a la isla utilizando exiliados cubanos y mercenarios latinoamericanos. Aunque participarían pilotos de guerra estadounidenses, no estaba prevista la intervención directa del ejército de Estados Unidos. 
 La derrota sufrida por la administración Kennedy en el intento de invadir Cuba, utilizando un desembarco de disidentes entrenados por la CIA por Bahía de Cochinos. La respuesta militar desencadenada por Cuba bajo la dirección de Fidel Castro derrotó la invasión en menos de 72 horas.
Como respuesta al fracaso de Bahía de Cochinos, Estados Unidos puso en marcha la Operación Mangosta. Ésta constituía, entre otras cosas, un plan secreto de invasión militar a Cuba, pero ahora de manera directa utilizando el ejército estadounidense. Se planeaba iniciar el conflicto mediante una provocación tipo USS Maine que tuviera lugar en la Base Naval de Guantánamo o en las aguas jurisdiccionales de Cuba.
Los servicios de Inteligencia de la Unión Soviética detectan el plan de invasión militar inminente y notifican a Cuba.
El líder soviético Nikita Jrushchov aprovechó la coyuntura para proponer a La Habana la instalación en Cuba de cohetes de alcance medio como medida disuasiva contra los planes del gobierno estadounidense. Fidel Castro entra en desacuerdo y le dice que con ese propósito, es preferible un acuerdo militar entre Cuba y la URSS. En dicho tratado se establecería que una invasión a Cuba sería equivalente a un ataque directo a la Unión Soviética, pero Jrushchov no estuvo de acuerdo e insiste en que la instalación de los misiles no solo serviría para proteger a Cuba, sino también para aumentar la capacidad defensiva de todo el bloque socialista. El líder cubano acepta, pero sugiere que el traslado y la instalación de los cohetes se realicen de forma pública. Sin embargo, los soviéticos se niegan a hacerlo antes de que los cohetes queden operativos.
Por su cercanía a Estados Unidos, una base de misiles de este tipo potencialmente podía vulnerar a aquel país, compensando la escasa provisión soviética de misiles de alcance intercontinental, igualando así la amenaza que significaba para el pueblo soviético los misiles estadounidenses emplazados en Turquía, estado fronterizo con la URSS, y en la República Federal Alemana. Por ello, el líder soviético Nikita Jrushchov y su gobierno decidieron asegurar la isla con la instalación de bases de misiles, con capacidad para alcanzar Estados Unidos y dispuestos para llevar cabezas nucleares. Daban así un paso más en la carrera armamentista que caracterizó el periodo de la guerra fría entre estas dos potencias.
Los soviéticos habían subestimado la capacidad de los servicios de Inteligencia de los Estados Unidos que no tardaron en detectar la presencia de las bases de misiles mediante violaciones del espacio aéreo cubano con aviones espías U-2.
Estados Unidos pide cuentas a la URSS, pero esta vez los líderes soviéticos prefieren probar la táctica del engaño y seguir ocultando la operación.